Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.
Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás.
Nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan. Me las llevo conmigo adonde vaya.
Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro। No se ponga triste ante una despedida. Una despedida es necesaria para volver a reencontrarse. Y un reencuentro, después de un momento o después de toda una vida, es algo inevitable si somos amigos de verdad.
2 comentarios:
te quieor mucho
ojala pueda verte y decirte algunas cosas q kieroq sepas y se vallan con vos
t extraño
chau
He visitado tu blog y tienes unos textos muy reflexivos y muy agradables para leer.
muchas gracias también por dejarme en mi blog un comentario.
Suerte...
Etelsaga
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